La Auditoría Continua.
La creciente complejidad de las operaciones, especialmente de las de tipo financiero, el cumplimiento regulatorio y la necesidad de identificar oportunamente comportamiento anormal dentro de las transacciones financieras, ha llevado a muchas empresas a la decisión de implementar mecanismos de auditoría que funcionen en línea, que alerten sobre las actividades sospechosas y que permitan tomar medidas de protección o corrección más efectivas. Esta situación, aunque suena ideal requiere de una total transparencia, cumplimiento de estándares de documentación, asignación y segregación de responsabilidades, así como la flexibilidad para integrar a la infraestructura de TI los mecanismos para realizar el seguimiento de auditoría de forma automática. Creo que el término transparencia habla por si solo. No pueden existir secretos entre la Dirección de TI y el Auditor de Sistemas. El trabajo que la Dirección de TI realiza no puede seguir lineamientos antojadizos, que cambien a medida que se desarrollan las operaciones. Aunque seguir planes y estándares de documentación parece lo normal en TI, a veces no es así, porque los responsables de TI y especialmente los niveles técnicos no siguen los planes de trabajo, realizan cambios que no son documentados y no documentan sus intenciones a través de documentos de arquitectura que permitan visualizar tanto a ellos como a su auditor, la ruta que están siguiendo. Cuando se conoce la arquitectura objetivo, los cambios resultan transparentes para todos los actores, porque se entiende que son necesarios para lograr este fin último. La documentación es otro factor importante. Por ejemplo, al momento de decidir que tablas son claves para dejar pistas de auditoría, si se realiza un cambio a las reglas de registro en las tablas y esto no es documentado y divulgado, se podrían estar dejando fuera del seguimiento aspectos importantes del negocio. Desgraciadamente, si esto se descubre después de un caso de fraude, las omisiones o cambios realizados técnicamente y que no fueron correctamente documentados y divulgados pasan a ser acciones sospechosas para la organización. Por esa razón, la documentación es importante al momento de establecer un escenario de auditoría continua y para mantenerlo actualizado con los cambios. Esto implica que el proceso de Cambios debe de considerar la notificación al departamento de auditoría, para lograr mantener la transparencia de las operaciones de TI. El éxito de la Auditoría Continua no está en el secreto que mantenga el departamento de auditoría al respecto, sino en la verdadera integración de los mecanismos de auditoría dentro de las operaciones normales del negocio, las aplicaciones y la infraestructura tecnológica. Esto debe de ser conocido por todos, por lo que tienen la responsabilidad de brindar soporte al negocio con las TI y por los que analizan la información de auditoría, que tienen que tener el contexto real de las operaciones de TI, con el objetivo de no crear falsos positivos en sus hallazgos ni dejar pasar verdaderos hallazgos. De esta manera, los responsables de TI tienen la oportunidad de mostrar su proactividad en la buena gestión de TI y el negocio logra detectar problemas y tomar decisiones correctivas o preventivas oportunamente.
Publicado el 24 de septiembre de 2012 en Auditoría de TI y etiquetado en Auditoría Continua, Auditoría de TI, Documentación de TI, riesgos operativos, Riesgos tecnológicos, Transparencia. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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