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La Medición del Riesgo de TI
Iniciaré este tema, planteando la situación ideal de la gestión de riesgos de TI. De manera ideal, una buena organización de TI es capaz de identificar la eminente materialización de un riesgo, algo que está por suceder que impactará negativamente las operaciones normales, ejecutar acciones que eliminen o mitiguen la materialización del riesgo y luego eliminen la causa raíz por la cual se incrementó el riesgo operativo de la organización. Es importante entender que esta situación se puede dar a cualquier nivel, en cualquier área de las operaciones de TI, más sin embargo, la organización está lista para identificar y responder a los riesgos. Fin de la situación ideal. Se vale soñar pensarán algunos, esto suena como la fantasía de un Gerente de Informática.
Medir el riesgo de TI es importante para iniciar proyectos de control interno de TI, seguridad de la información y auditoría de sistemas. Cada norma y procedimiento en estas áreas menciona que se deben de tomar decisiones basadas en el nivel de riesgo existente. Sin embargo, independientemente de la implementación de normas específicas, la gestión de TI necesita conocer de la situación de riesgos existente en las operaciones de TI y tomar decisiones que permitan eliminar o mitigar los riesgos existentes.
Para ejemplarizar un riesgo, pensemos en que sucede en nuestro centro de cómputo cuando existe un alza en el voltaje eléctrico. La vulnerabilidad aquí es el suministro eléctrico, que está expuesto a la amenaza de un incremento en el voltaje, que ciertamente puede dañar servidores y equipos de comunicaciones. El resultado final, al materializarse esta amenaza, es un alto en las operaciones de TI y por consiguiente, un alto en las operaciones de negocio. Manejar este riesgo implica, primero reconocer que esta situación se puede dar, esto es el paso de identificación. Las acciones que se deben de tomar, son preventivas. Este es un riesgo que no podremos mitigar después de ocurrida la incidencia, sin pérdidas grandes para la organización. Las medidas preventivas pueden incluir el diseño de un circuito eléctrico propiamente aterrizado y con el equipo necesario para asegurar que cualquier alza de voltaje es debidamente canalizada hacia el aterrizaje, llegando incluso hasta la desconexión total de la red de suministro y pasando a una alimentación secundaria, ya sea por baterías o plantas eléctricas propias. Obviamente, el nivel de respuesta dependerá de cuánto dinero esté en riesgo.
Como regla general existe una sola razón que permite que todas las decisiones de control y mitigación de riesgos sean tomadas, que es cuando el ingreso proveniente de las operaciones del negocio está en riesgo evidente de ser interrumpido. Disminuir el ingreso es letal para las organizaciones, dado que impacta directamente en los resultados.
La principal dificultad a la hora de evaluar riesgos en TI radica en que normalmente no hay una vinculación de los servicios de TI contra los procesos que generan ingresos y el nivel de dependencia que estos procesos tienen de los servicios. Si hablo solo de la industria salvadoreña, en la mayoría de empresas los mismos “servicios de TI” no han sido definidos, lo cual significa que el universo de riesgos es imposible de definir. Esto es grave en un marco de gestión de TI en el que se quiere conocer, evaluar y gestionar los riesgos de TI. Esto nos lleva a concluir, que para medir el riesgo de TI, se tiene como pre-requisito conocer la operación de TI y la dependencia que el negocio tiene de TI para lograr sus objetivos. Esto implica conocer que hacemos, con qué lo hacemos y establecer una medición del nivel de importancia que tenemos en la creación de valor para la empresa. Créanme que escribir estas líneas es fácil, pero la realidad es que en el entorno salvadoreño la mayoría de empresas no ha logrado aún definir su catálogo de servicios, con lo cual podrían iniciar esta cadena de decisiones que les lleven a una eficiente y efectiva gestión de riesgos. Esto incluso proporciona respuesta a los gerentes de informática que aún preguntan y ¿Para qué implementar normas y metodologías de gestión en TI? Realmente, la implementación planificada del Gobierno de TI, proporciona a los departamentos de TI la visibilidad y el control que permite a toda la organización entender la importancia de la función de TI.
El Uso de Pistas de Auditoría Para Evaluar el Cambio de Sistemas.
Muchos Gerentes de TI, Gerentes Generales, Gerentes Financieros y los miembros de la Alta Dirección de las organizaciones se preguntan sobre como hacer que sus operaciones dejen las suficientes pistas de auditoría para proveer suficiente evidencia de que sus operaciones son eficientes, transparentes y que en los sistemas de información no se registra más que la información correspondiente a transacciones válidas, que pueden ser modificadas por personal debidamente autorizado y que no existen accesos no autorizados a la información. Este escenario de incertidumbre que se realiza en cada organización en mayor o menor medida, puede ser perfectamente administrado si se asignan las funciones y las responsabilidades de la creación de estos mecanismos de registro o controles, además de definir y realizar revisiones de auditoría que puedan establecer el nivel de confiabilidad de las pistas diseñadas a través de la realización de pruebas y verificaciones de los registros.
Con las prestaciones que ofrecen las Tecnologías de la Información en este momento, es bastante fácil implementar excelentes mecanismos de registro y controles que permitan dejar las pistas de auditoría necesarias para dar al negocio la confiabilidad de sus operaciones. Si pensamos en ERPs modernos, estos incluyen en su diseño, los registros necesarios para dejar las pistas de auditoría necesarias, junto con módulos de consulta destinados para realizar el trabajo del auditor de una manera sistemática. En otra área de software, las bases de datos como ORACLE y Microsoft SQL Server y similares, incorporan los registros de auditoría a nivel del repositorio de datos, permitiendo crear pistas de auditoría adicionales a las que puede dejar una aplicación.
La industria salvadoreña, sin embargo, esta llena de aplicaciones hechas a la medida, que utilizan plataformas tecnológicas que no tienen estas opciones de auditoría y muchas veces ni siquiera la seguridad mínima necesaria para garantizar que en caso se realice algún tipo de registro de auditoría, este no sea objeto de manipulación. Para los auditores de sistemas es un escenario difícil. Pero hay que reflexionar más y pensar quienes tienen el verdadero problema de control. Esto es, la Alta Dirección debe evaluar la cantidad de dinero que se realiza en una operación en base a información procesada y almacenada en una plataforma tecnológica deficiente y evaluar si tiene alta dependencia de la misma, si existen riesgos de casos de fraude, de pérdida de información y casos similares que impacten en pérdidas financieras o de imagen de la organización. Después de evaluar estos riesgos, la Alta Dirección necesita recibir un dictamen del Auditor de Sistemas sobre la confiabilidad de los controles del sistema actual, para poder realizar una evaluación de la conveniencia de invertir en la actualización de la plataforma tecnológica, con el simple objetivo de mejorar el control de las operaciones a través de la incorporación de pistas de auditoría acordes a estándares actuales, que permitirán actualizar el funcionamiento de la empresa salvadoreña a un nivel de modernidad adecuado. Cuando menos, la comparación entre riesgos y nivel de control de las plataformas actuales de una organización, pueden llevar a decisiones de la implementación de controles alternativos, de la segregación de responsabilidades y del establecimiento de puntos de control, así como su frecuencia de revisión para lograr minimizar la posibilidad de que se materialicen los riesgos. Siempre hay algo que se puede mejorar y hay que intentarlo, medir el efecto de las decisiones tomadas y volver a evaluar.
Auditando Políticas de TI
En otra ocasión hablamos de la importancia de la creación de las políticas de TI como una herramienta para crear un equipo de dirección que incluya a la Alta Dirección en la toma de decisiones de la gestión de TI. Las políticas, en ese sentido sirven para establecer el marco regulatorio de toda la actividad de TI, soportadas por la Alta Dirección y ejecutadas a través de las operaciones del departamento de TI. Si la ejecución funcionará perfectamente, definitivamente no existiría lugar para la Auditoría de Sistemas. Sin embargo, la función de Auditoría de Sistemas resulta útil para activar la mejora continua de las políticas de TI.
En primer lugar, la revisión de los resultados de la aplicación de políticas puede determinar que hay áreas que no han sido normadas adecuadamente, creando situaciones de riesgo para la información. Es decir, aun cuando se cumplan las políticas existentes, la Auditoría de Sistemas sirve para evaluar si ese cumplimiento es suficiente para mitigar los riesgos existentes. Por ejemplo, si existe una política de asignación de laptops a puesto claves y no existe una política de resguardo de la información que viaja en esas laptops, la verificación de la seguridad de la información que realice una auditoría de sistemas, determinará como hallazgo el peligro que existe de perder información almacenada en las laptops, creando la recomendación de evaluar las opciones para garantizar que la información almacenada en las laptops no se pierda o llegue a manos equivocadas. Es conveniente plantear un segundo escenario sobre este mismo caso. Si existe ya una política de seguridad de la información de los dispositivos móviles y el departamento de TI la ha implementado a través de tecnología que cifra la información y crea los respaldos tan pronto la máquina se conecta a la organización, la Auditoría de Sistemas procederá a verificar el cumplimiento de la política y su mecanismo de implementación a través de la revisión de que todas las máquinas o una muestra de ellas, dependiendo del tamaño de la organización, efectivamente tengan los agentes instalados y no existan excepciones a la ejecución de respaldos. En un caso ideal, todos los equipos estarían protegidos y no habría mayor hallazgo que reportar, pero si se detecta un número mayor a lo que se puede considerar una excepción, que normalmente no pueden ser más de una o dos, la Auditoría de Sistemas procedería a investigar la causa de estas excepciones, para lograr determinar el hallazgo real y crear una recomendación para eliminarlo. Lo importante del ejemplo es que aunque la definición de Políticas de TI es el inicio de un ambiente controlado de operaciones de TI, en la práctica es necesario siempre tener un nivel adicional de validación de que se están implementando las políticas de acuerdo a la intención original y que cumplen con el objetivo para el que se crearon. Si enumeramos las excepciones y omisiones creadas por los departamentos de TI, se encontrará una justificación importante para que una organización cuente con servicios de Auditoría de Sistemas.
La evaluación de riesgos de TI
Para cubrir el riesgo tecnológico, una organización debe de iniciar por realizar la evaluación de riesgos de las Tecnologías de la Información. ¿Qué implica esto? Varias cosas.
Primero, hay que conocer las operaciones de TI a fondo. No podremos realizar una evaluación de un componente o proceso de TI que no conocemos. Hay que recordar que no estamos hablando de evaluar el riesgo del departamento de tecnología. Estamos hablando del riesgo de que los negocios de la organización sean interrumpidos debido a un soporte deficiente del departamento de TI. Esto implica que tenemos que conocer todos los componentes tecnológicos, infraestructura, así como los procesos de gestión de TI que actualmente soportan al negocio y aquellos que no existen, que están en proyectos o planes, que se piensa que podrían ayudar al negocio, pero que no han sido implementados aún.
Segundo, los riesgos se evalúan a partir de dos aspectos. Uno es la probabilidad de que un suceso negativo a la organización se materialice. El otro es el impacto que tendrá en el negocio. Respecto a los sucesos negativos, podemos pensar de ellos como las amenazas existentes que podrían causar daños a la infraestructura tecnológica o la ejecución exitosa de los procesos de gestión de TI. Las amenazas son todo lo que podría ir mal, una lista grande de cosas negativas que podrían ocurrir sobre las operaciones de TI, tales como daños en equipos, ataques de virus, siniestros en instalaciones, pérdida de recurso humano importante y similares. Estos sucesos negativos podrían o no suceder, por eso es conveniente hablar de ellos en términos de su probabilidad de ocurrencia. No tiene sentido preocuparse de que un Huracán suceda, si nunca ha pasado en una determinada región geográfica. Su probabilidad de ocurrencia es cercana a cero. No digo cero, porque con el cambio climático ya nunca se sabe. Es importante identificar todos los sucesos negativos posibles y su probabilidad de ocurrencia, porque no todos tendrán que ser sujetos de evaluación. En relación al impacto, el segundo aspecto de la evaluación, esto es una medición lo más cuantitativa posible del costo económico, entiéndase “costo de no estar prevenido”, que tendría la materialización de las amenazas. El impacto puede ser medido en función mediciones como el dinero no facturado, las ventas no realizadas, el costo de remplazo de equipo o los costos de retornar los sistemas al punto de falla. Es común pensar en el impacto en términos genéricos, como impacto alto, medio o bajo, estableciendo valores monetarios a cada uno de estos rangos. Esto permite calificar el impacto, sin tener que especificar un monto específico de impacto. De esta manera, un evaluador puede decidir que considerará como impacto bajo, aquellas pérdidas menores de $1,000.00, impacto medio a las que vayan de $1,000.00 a menos de $5,000.00 e impacto alto a las superiores de $5,000.00. Cuando se mezcla la probabilidad de ocurrencia con el impacto, resulta fácil tener una medición de qué es importante en términos de riesgos. La priorización de proyectos y acciones en la gestión de TI debe de orientarse hacia aquellos riesgos que tienen las probabilidades e impactos más altas.
Las gerencias de TI tienen que guiarse por medidas como esta para tomar sus decisiones, al momento de priorizar proyectos de TI para respaldar las solicitudes de presupuestos y para demostrar la importancia de su función en el negocio. De hecho, las gerencias generales y las Juntas Directivas deberían de evaluar el desempeño de la función de TI en su organización a partir del uso que se haga de esta herramienta para apoyar la Gestión de TI. Aparte de esto, es importante mencionar que la evaluación de riesgos es un buen punto de coincidencia entre la Gestión y la Auditoría de TI. Explicaremos esto en otro día.