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La Arquitectura Empresarial: los procesos de negocio.

En el año 2007, durante un viaje a Japón para entrenarme para ser un CIO, de acuerdo al estándar de ese país, conocí acerca de la Arquitectura Empresarial. Este concepto, expone la introducción de Tecnologías de la Información a las empresas a través de un enfoque metódico, que pasa por definir, a través de modelos, los procesos de negocios, la información de la organización, los sistemas, el diseño tecnológico y hasta las operaciones. Habiendo estudiado Ingeniería Industrial, tenia amplia experiencia en términos como la Reingeniería de Procesos, los círculos de calidad y la documentación de procesos de negocio. Por esa razón, asimilé el concepto de Arquitectura Empresarial con un alto grado de facilidad, como algo muy familiar. Adicionalmente, también me permitió visualizar muy fácilmente, la diferencia entre las culturas empresariales japonesas y la salvadoreña.

En primer lugar, la arquitectura empresarial obliga a tener claro los procesos de negocio. A optimizar la forma en la que se consiguen los objetivos de la organización. La discusión de los procesos, no se hace a través de ideas expuestas por uno y otro personaje en una sala de reuniones, sino a partir de un diagrama que muestra objetivamente la situación actual de la forma de hacer negocios. A partir de esta dinámica, la modificación de procesos consiste en la generación de gráficos que muestran exactamente como se realizará el proceso y las ventajas en términos de dinero, tiempo o beneficios de otra clase que tiene el modelo propuesto. De esta manera, el Ingeniero Japonés no discute, expone las mejoras, cuestiona la necesidad de una tarea, de una actividad, de un proceso, plantea escenarios de trabajo alternativos, respaldando sus ideas con diseños. Esto considerado a un nivel empresarial, muestra un modelo de negocios integral, con el que funcionará la empresa. Gracias a esta base inicial para usar tecnología en la organización, en Japón uno se encuentra con sistemas que han funcionado por más de 20 años sin cambios. Resolviendo el problema para el que fueron diseñados y sin requerir mayores inversiones en su mantenimiento. Por supuesto, es mucho más fácil diseñar sistemas optimizados y robustos en Japón, que en un país como El Salvador. Por varios motivos. Japón obliga a la utilización de la arquitectura empresarial en la integración de tecnologías a la empresa, en El Salvador no. En Japón la Arquitectura Empresarial es conocida por los profesionales que tendrán algún rol dentro del proceso de sistematización de la organización, en El Salvador no. En Japón, las horas de discusión de los procesos de negocio son vistas como necesarias, en El Salvador no.

 Los empresarios salvadoreños, así como los de otros países de Latinoamérica, deben de exigir a los profesionales que laboran para ellos el aprendizaje y la puesta en práctica de estas metodologías de trabajo, como es la Arquitectura Empresarial, con el objetivo de lograr una integración de la tecnología a las organizaciones que sea eficiente, optimizada, con la integración de los procesos de negocio como primer elemento del proceso de sistematización. Ideal sería, que el gobierno creara las instancias correspondientes para definir o elegir el estándar de referencia en la integración de tecnologías. Menciono “elegir” porque en muchos países desarrollados, se han creado estándares locales de Arquitectura Empresarial, razón por la cual en El Salvador no deberíamos de reinventar la rueda, pero si seguir todos el mismo estándar.

La Estrategia de TI

Suena familiar hablar de planes relacionados con inversiones en Tecnologías de la Información en las empresas, siempre se está planeando el próximo “Gran Proyecto”, la siguiente “Gran adquisición”. Es importante que todas estas acciones tengan una razón de ser, analizada previamente, planificada, que contribuya a cumplir metas previstas y que aporte a los objetivos de negocio. Esto se logra mediante un ejercicio de planificación detallada, que permita establecer objetivos claros para el área de TI, con metas cuantificables que tengan hitos que permitan realizar una evaluación permanente del avance logrado. Adicionalmente, se debe de establecer “la estrategia de TI”. No podemos planificar sin establecer una estrategia, sin definir claramente la línea de acción que dirigirá todas las acciones. La estrategia permitirá que todos los proyectos y adquisiciones contribuyan de una manera simbiótica al logro de metas.

En un mundo con múltiples elecciones a la hora de elegir tecnologías, la definición de una estrategia permitirá tomar decisiones tajantes respecto a que hacer y que no. Esto evita la creación de círculos de prueba de tecnologías en las empresas. Por ejemplo, si al momento de definir una estrategia se ha optado por un ERP específico, probablemente, el ejercicio de solución de nuevos problemas pasará siempre por el análisis de si el ERP ya nos resuelve el problema, añadiendo un módulo o realizando una programación adicional, versus, la adquisición de una aplicación adicional o el desarrollo de una nueva. Definir una estrategia de TI es un ejercicio que permite seguir un patrón de planeación similar al de los fabricantes de tecnología, logrando un paralelo en cuanto al desarrollo de nuevas características de un producto y el aprovechamiento de dicha característica en la organización. Al momento de definir la estrategia de TI, se debe de realizar una investigación de la situación del mercado de tecnologías, que permita conocer cuales tecnologías tienen un ciclo creciente de desarrollo. Muchas organizaciones reciben la mala noticia de que la tecnología que han adquirido hace dos años ha iniciado un proceso de transición, lo que pone en riesgo el soporte, la creación de nuevas características y obliga a las organizaciones a reinvertir en un período corto.

La Gerencia de TI, a través de la definición de la estrategia, dirige no solo la adquisición de tecnologías, sino también el desarrollo del negocio, las características que le serán aportadas a partir de su soporte tecnológico, los procesos de negocio que facilitará. También define la forma en la que el recurso humano será desarrollado. Este último elemento es sumamente importante. Cada vez más, el mundo de las Tecnologías de la Información proporciona más información técnica que debe de ser asimilada por el personal de TI. Tener una tecnología y no usarla en su máxima expresión, es como tener inventarios en bodega, es dinero de la empresa que no esta aportando a la obtención de resultados. Por eso la estrategia de TI determina el entrenamiento que el personal de TI recibirá, para lograr alcanzar las metas establecidas.

Elementos de la Estrategia de TI: Tecnología, Procesos de Negocio y Recursos Humanos.

La estrategia de TI incidirá en los procesos de negocio, la elección de la tecnología y el desarrollo del Recurso Humano.

 

Como mínimo, la estrategia de TI debe ser determinante en los procesos de negocio, la elección de tecnologías y los procesos de desarrollo del personal. Esto permitirá a la gestión de TI incidir efectivamente en la organización.

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